La oficina recibe el encargo de proyectar una pequeña reforma de una clínica dental. Dicha reforma es de carácter eminentemente epidérmico, no morfológico. Uno de los cometidos principales será el diseño del mobiliario, entre el que se encuentran los muebles de los tres gabinetes. La idea base será la de máxima sencillez y funcionalidad, por lo que su diseño va en paralelo con aprender el uso concreto de cada elemento del instrumental y la distribución de la maquinaria. La terminación no puede ser otra que la que dé imagen de pulcritud, limpieza, orden y luminosidad, por lo que se elige el blanco brillo y encimera de vidrio embebida en el propio mueble. La iluminación es empotrada, disminuyendo la percepción de elementos sueltos y dispersos. Del mismo modo, se idea un sistema "push and pull" para la apertura de cajones y puertas, eliminando tiradores.
Coautores: Juan Carlos Herrera y Fernando Garrido.
